Valoración tecnológica de un desarrollo tecnológico generado en una universidad relacionado con la industria de la producción de pigmentos por medios biotecnológicos de origen natural
Abstract
La generación de nuevos desarrollos basados en conocimientos científicos y tecnológicos de
frontera han sido un catalizador en el ciclo productivo de la innovación tecnológica, que se
traduce en la introducción al mercado de nuevos servicios, nuevos productos, nuevos procesos,
nuevas fuentes de abastecimientos, entre otros, en intervalos de tiempo cada vez más reducidos, y
cuyos efectos se pueden observar en la conformación de una oferta atractiva para el sector
productivo mundial que busca en dichos desarrollos un factor para alcanzar o mantener niveles de
rentabilidad aceptables dentro de sus respectivas industrias.
El reto para las fuentes generadoras de estos nuevos desarrollos vanguardistas y/o patentados, es
la aplicación industrial del conocimiento implícito en dichos desarrollos, a través de los diversos
mecanismos que permite la comercialización de tecnología, como el licenciamiento y la
transferencia de know-how y las formas de pagar por la tecnología: pago de regalías, pago único,
pagos programados relacionado al buen funcionamiento de la tecnología, hasta asesorías
especializadas, servicios tecnológicos, etc. En ese sentido, uno de los elementos claves para
alcanzar un proceso de transferencia exitoso es la Gestión Tecnológica, entendida ésta última
como una rama recientemente creada dentro de la ingeniería industrial, la cual consiste básicamente en el desarrollo científico de técnicas para resolver y entender una diversidad de
problemas de índole tecnológico, tales como la valoración de activos intangibles, predicciones
tecnológicas, la legislación en la materia, la vinculación efectiva, la misma transferencia de
tecnología, entre otros varios.
En éste trabajo se presenta un caso de valoración de un desarrollo tecnológico generado en una
Institución de Educación Superior (IES) en México. Cabe mencionar que la valoración
tecnológica se elaboró debido a una colaboración entre una empresa del sector privado y la
universidad, en respuesta a una convocatoria emitida por el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACYT) para apoyar proyectos vinculados con alto grado de innovación.